En pie de guerra. Así se declararon ayer a la tarde los rectores de las universidades públicas nacionales, que convocaron a una reunión del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) , en la que decidieron anunciar, junto a las federaciones que nuclean a los docentes y no docentes, una nueva marcha federal para el miércoles próximo. Victor Moriñigo, presidente del organismo, lo anunció, durante una conferencia de prensa: “El Consejo de Rectores va a acompañar y adherir a la marcha del 2 de octubre a las 17 al Congreso. Esta marcha es en defensa de la educación pública, en defensa de la universidad pública argentina, y fruto de un tortuoso 2024. Hemos vivido con mucha angustia a la hora de gestionar las universidades. Esta marcha va a ser en función de solicitar la promulgación de la ley de financiamiento universitario. Si tenemos de aquí al 2 de octubre un veto del Presidente, esta marcha le va a solicitar a los diputados nacionales que puedan acompañar la ley de financiamiento universitario”.
Los rectores fueron contundentes y no solo convocaron a una marcha, también hablaron de falta de diálogo, de “mal asesoramiento” del gobierno nacional para abordar el conflicto y apuntaron a que la discusión está en el mismo punto que en el 23 de abril último, cuando se realizó la multitudinaria marcha que confluyó en Plaza de Mayo. Afirmaron que distintos funcionarios llevaron propuestas para destrabar el conflicto, pero que a nivel de la Presidencia la respuesta fue que no había plata.
“Estamos convencidos de que no es un problema de financiamiento, es un problema de prioridades. Ojalá el presidente de la Nación tenga el mejor de los asesoramientos para que se nos llame pronto y podamos conversar sobre cómo podemos hacer para financiar el sistema universitario y la ciencia y la tecnología en nuestro país”, apuntó Moriñigo.
“Para nosotros no es cómodo andar realizando protestas, marchas y expresando nuestro descontento, pero entendemos desde el Consejo de Rectores que es momento de acompañar a nuestros trabajadores que tienen un retraso de 50 puntos contra la inflación, que además están discriminados y tienen 20% por debajo sus salarios con respecto a los trabajadores del Estado, y a acompañar a los estudiantes”, dijo el presidente del CIN. Y agregó: “Ya vivimos esto hace cinco meses, parece una película. Aquel 23 de abril, la sociedad nos acompañó en defensa de la universidad. Cuando dimensionaron el impacto de la marcha, por supuesto, nos convocaron y nosotros nos prestamos al diálogo días después y pudimos resolver el tema de gastos de funcionamiento para las universidades nacionales que lo estamos cobrando en cuotas al día de hoy”
Y completó: “Pero en estos meses que pasaron la situación salarial no ha tenido la misma suerte. Nosotros estábamos convencidos que la paritaria nacional iba a llevar a que hubiera un entendimiento y esto no ha pasado. Llevamos diez meses con cifras muy complicadas y eso atenta enormemente con la calidad de nuestras instituciones”.
El vicepresidente del CIN, Oscar Alpa, indicó: “Esto atenta contra la calidad de nuestra educación pública y contra el modelo de país que hoy estamos acostumbrados a sostener”. Además, destacó el apoyo de las universidades nacionales de todo el país. Afirmó que la marcha va a ser federal, con réplicas en las instituciones educativas de todas las provincias. “Hace unas horas, los rectores firmamos un documento, seguramente se va a leer en la marcha, que se llama ´El compromiso de un país con su sueño de seguir siendo una Nación´, y refleja lo que planteamos desde el sistema universitario. Una universidad comprometida con la realidad económica, que va a ser justamente el motor de la decisión de muchas acciones económicas. Porque estamos convencidos de que no es una cuestión económica. Esta ley no estamos hablando solo de financiamiento, sino de prioridades. Esta ley, para nada distorsiona la economía, todos los argentinos queremos una economía estable. Al contrario, lo que se está haciendo es distorsionar las prioridades”, precisó.
Presupuesto
Durante la conferencia de prensa, se les consultó a los rectores por la diferencia que plantea el presupuesto nacional en la asignación de recursos universitarios, y el número que reclaman los rectores. Así, el Gobierno le asignó 3,8 billones de pesos a las universidades nacionales, mientras que el CIN exige 7,2 billones de pesos para poder funcionar. La diferencia entre el del Ejecutivo y el de los rectores es enorme: de unos 3,4 billones de pesos.
“La diferencia es mucha y principalmente tiene que ver con que el presupuesto calculado por el CIN tiene el salario como corresponde igualado a la inflación”, agregó Alpa.
En los próximos días habrá paros y abrazos a distintas instituciones y lo siguiente será marchar. Sin ir más lejos, ayer se realizó un abrazo simbólico al Hospital de Clínicas y el jueves habrá paro universitario.
“Han pasado más de cinco meses desde la última vez que nos convocamos en este mismo lugar en defensa de la salud, de la educación pública y la investigación científica. Lamentablemente, continuamos en la misma situación crítica y ante un panorama poco alentador, dada la falta de respuesta del Gobierno Nacional”, apuntó el rector de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Gelpi, durante el abrazo al Clínicas. Con un tono de abatimiento lanzó: “Es muy triste ver lo que está pasando, ver jóvenes que se van de la Argentina y ver cómo ese puente que permitía el ascenso social se desmorona. Vemos al Presidente que va al extranjero y se entrevista con personas de mucha plata. Y si le sale bien, y si consigue toda esa inversión que va a buscar, en el mejor de los casos… va a ser muy triste ver a un pueblo con plata y sin educación. Es el peor escenario”, apuntó.
Cuando se consultó si los rectores creían que el Gobierno podía llegar a dar un paso atrás en la decisión del veto a la ley de financiamiento, no se mostraron esperanzados.
La semana pasada, consultado sobre la posibilidad de una nueva convocatoria a una marcha, Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitaria, señaló a LA NACIÓN: “Tradicionalmente, el presupuesto que presenta el CIN es uno que contempla la expansión del sistema. Sin embargo, hoy, la expansión no está en nuestros planes, dado que el principal problema que tiene el sistema es que tiene una enorme matrícula, es decir, tiene muchos alumnos, pero tiene pocos graduados. En los últimos 10 años más que triplicó la cantidad de alumnos y de inscriptos, pero mantiene la misma cantidad de egresados, ahí radica el problema que es central. Además, nos encontramos con una tasa de deserción alta. Por ello, creemos hay que trabajar en lograr mayores tasas de graduación en vez de pensar en una expansión del sistema”.