El vocero presidencial aseguró que el presidente Javier Milei “nunca va a querer cerrar” las casas de estudio públicas y evaluó que es necesario mejorar el sistema educativo desde el primario y no solo discutir el nivel universitario
El vocero presidencial aseguró que el presidente Javier Milei “nunca va a querer cerrar” las casas de estudio públicas y evaluó que es necesario mejorar el sistema educativo desde el primario y no solo discutir el nivel universitario
El vocero presidencial, Manuel Adorni, opinó acerca de la toma de diferentes universidades públicas a lo largo del país y aseguró que se trata de un delito, pero que las fuerzas de seguridad no actuarán salvo que lo solicite un juez o la autoridad universitaria. Además, consideró que el conflicto en torno al financiamiento y las paritarias se trata de un hecho político, en donde se tergiversaron los dichos del presidente Javier Milei, porque la oposición “se quedó sin argumentos”.
Entrevistado por Luis Majul en la pantalla de LN+, el funcionario dejó en claro cuál es la postura del Gobierno con respecto a la toma de facultades. “Tomar una universidad es un delito, y la ley de educación superior en su artículo 31 establece que las fuerzas federales y de seguridad no pueden intervenir si no lo solicita un juez o la autoridad de la universidad, la cual es el rector. En ese caso, es responsabilidad del rector de cada universidad garantizar que los alumnos que deseen tener clases puedan hacerlo”, indicó.
En ese sentido, señaló que “es una discusión politizada”. “Se ve mucha postura ideológica, especialmente de izquierda, y personas que parecen estar más interesadas en el conflicto que en debatir cómo mejorar la educación”, dijo y agregó: “No discuten el presupuesto. Nunca les ha importado. Cualquiera que asiste a la universidad sabe que lo más importante es estudiar, graduarse y tener un futuro laboral”.
Asimismo, el vocero de la presidencia se encargó de desmentir las acusaciones sobre la intención de la administración de La Libertad Avanza de cerrar las universidades públicas o arancelarlas. “Esto claramente es una cuestión política cuando las cosas empiezan a tergiversarse”, manifestó.
“El Presidente jamás atacó a los 57 rectores; lo único que planteó es que son autónomos y autárquicos -las universidades-, que es lo que queremos, pero el dinero proviene del contribuyente. Lo que buscamos es que justifiquen el presupuesto y los gastos, y que muestren en qué se invierte”, estableció.
A su vez, aclaró: “Nunca ha querido cerrar la universidad, ni lo va a querer. Aquellos que afirman lo contrario es porque se han quedado sin argumentos”.
En la misma línea en la que se expresó en sus últimos discursos Javier Milei, Adorni ponderó la necesidad de mejorar el sistema educativo desde la raíz: “Estamos en un momento muy complejo a nivel educativo. Muchos chicos llegan a séptimo grado sin saber leer ni hacer cuentas. Pensar en una universidad cuando hay niños que no pueden alimentarse ni estudiar es complicado. Y esas mismas personas que hoy están lanzando piedras y peleándose, apoyaron este desastre educativo”.