Otra vez, el Gobierno está en confrontación abierta con las universidades nacionales. La reunión paritaria que el jueves convocó la Secretaría de Educación, en donde la gestión de Javier Milei ofreció una recomposición salarial del 5,8% (más el 1% de aumento previsto para octubre), terminó en fracaso. Este miércoles habrá una nueva marcha universitaria –que en los claustros pronostican como tan multitudinaria como la del 23 de abril– horas antes de que el Presidente firme su segundo veto total, contra la ley de financiamiento de las casas de estudio.
Según pudo reconstruir LA NACION de fuentes oficiales y gremiales, en el encuentro paritario del pasado jueves el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, reconoció que los salarios docentes quedaron atrasados con respecto a la inflación. Pero definió convocar a una “comisión técnica” el próximo 7 de octubre que se ponga a estudiar los números antes de conceder una nueva actualización.
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Los gremios docentes aseguran que los salarios docentes perdieron un 50% contra la inflación desde la asunción de Milei. Y que fueron actualizados un 20% más abajo que el resto de los empleados estatales.
Puja salarial y política
El Gobierno fijó para agosto y septiembre incrementos de 2 y 3 por ciento, respectivamente. Para octubre, la Secretaría de Educación, que depende del Ministerio de Capital Humano, ofreció un aumento del 6,8% para el mes de octubre. Esa cifra está integrada por un 1% de incremento salarial mensual previsto más un 5,8% de recomposición a los docentes para equipararlos con el resto de los empleados estatales.
El porcentaje de aumento a ofrecer fue definido en una reunión que el pasado martes el subsecretario de Políticas Universitarias mantuvo en la Casa Rosada con la ministra Sandra Pettovello; el secretario de Educación, Carlos Torrendell; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
Los sindicatos docentes rechazaron la propuesta. “Entonces en octubre no va a haber ningún aumento más allá del 1%”, advirtió un funcionario a LA NACION. De la reunión con Álvarez participaron los gremios Fedun, Conadu, Conadu Histórica, Fatun y FagDUT. También dos representantes del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que nuclea a los rectores de las casas de estudio de todo el país.
Dado que no hubo acuerdo entre las partes, nada quedó escrito en una acta conjunta. Los gremios aseguraron que el Gobierno reconoció de palabra el atraso salarial pero no quiso plasmarlo en el papel. Y en Educación alegaron que “hubieran formalizado algún tipo de promesa a futuro si los sindicatos hubieran aceptado la oferta del 5,8%”. “El rechazo no solo frustra un avance salarial histórico, sino que deja en evidencia los intereses de quienes se oponen a una mejora concreta de los ingresos”, afirmó el Ministerio de Capital Humano en un comunicado oficial.
Álvarez, así, convocó unilateralmente a la “comisión técnica” para analizar el detalle de los números del esquema salarial docente y giró un llamado a los gremios docentes para que designen a un representante. Se verá si los sindicatos aceptan sentarse a esa mesa, mientras transitan uno de los momentos más tensos de la relación con el Gobierno.
Marcha y veto
El Presidente está decidido a avanzar con el veto a la ley de financiamiento universitario. La Casa Rosada tiene tiempo para publicarlo hasta el próximo jueves, y probablemente esperará hasta el filo del plazo, para que quede publicado en el Boletín Oficial el día después de la marcha, que se prevé multitudinaria.
La movilización está convocada para el próximo miércoles a las 17 horas a la Plaza del Congreso. Esto es así porque el espíritu de la convocatoria es enviarle un mensaje al parlamento para que, con dos tercios en ambas Cámaras, los legisladores salven la ley de financiamiento y reviertan el veto presidencial. Algo que no pasó semanas atrás con la ley jubilatoria, que no obtuvo los votos necesarios en Diputados gracias a los 87 “diputados héroes” que salvaron el primer veto de Milei.
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“Lo que queremos es que los diputados junten los dos tercios para salvar la ley. De Milei ya no esperamos más nada, la universidad pública no le importa”, dijeron a LA NACION en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Aseguraron que facultades como Ciencias Veterinarias y Farmacia y Bioquímica, habitualmente menos politizadas, están en alerta porque decenas docentes estarían desistiendo de participar del próximo año lectivo.
Pettovello publicó en las últimas horas en la red social X: “El veto es total”. El Gobierno está decidido a seguir exhibiendo dureza e ir a fondo con el ajuste fiscal, pese a que en las últimas semanas percibió una caída en las encuestas que miden el nivel de aprobación del oficialismo. En la Casa Rosada adjudican la pérdida de capital político –que califican como “leve”– al aumento de tarifas y transportes. Creen que el veto a la ley de financiamiento universitario no hará mella en la imagen de Milei.