La canciller Diana Mondino, que viajó a la ONU en Estados Unidos en avión de línea y no con la comitiva que llevó Javier Milei en vuelo privado, le bajó el tono este jueves a los discursos que tanto ella como el Presidente pronunciaron en el encuentro mundial contra la Agenda 2045. Según la funcionaria, se generó revuelo porque el país decidió exponer públicamente disidencias con determinados temas de ese pacto, que normalmente se remiten a Naciones Unidas de forma privada. Además, aseguró que la Argentina no se opuso ni obstaculizó la Agenda, sino que tiene disidencias con las formas con que se quieren llevar adelante determinados objetivos.
“No deben saber lo que están diciendo”, sostuvo Mondino sobre aquellos que dicen que la disociación con la Agenda 2030 y 2045 de parte del Gobierno desalentará las inversiones. “Ambas agendas son de aplicación voluntaria, total o parcialmente; y lo que nosotros hemos dicho es que total o parcialmente vamos a adherir a algunas de estas cosas. Lo que llamó la atención es que esto, en vez de ser una tarea que se manda -dejame exagerar- burocráticamente, informando los temas, lo mencioné en un discurso. Muchas de estas actividades son preocupantes para otros países, porque son una lista de buenas intenciones y objetivos con los cuales todos estamos de acuerdo, el asunto es los medios o instrumentos con que se quiere hacer y quién toma esas decisiones”, planteó Mondino en Radio Mitre.
Dijo, también, que las propuestas de la Agenda 2045 se aprueban por consenso y señaló que la Argentina “no se opuso” a esas iniciativas. “Después uno dice: ‘A mí no me gustan el artículo 43, el 18, lo voy a hacer de tal manera’. Esos son los tipos de temas que tenemos que ver”, comentó la canciller, quien expresó que “muchos otros países” también se disociaron de algunos puntos de este acuerdo internacional, solo que insistió con que ella lo hizo público en su alocución, al igual que Milei, mientras que “otra gente lo hace en privado o lo manda dentro de las formalidades que tienen los procesos”.
Entonces, para no quedar pegada al país que conduce Vladimir Putin, que también rechaza este pacto, indicó: “Rusia se ha disociado, pero de otros temas”. En ese sentido, negó que la Argentina haya quedado alineada a naciones con las que disiente en el plano internacional -como Rusia, Venezuela o Nicaragua- debido a que, según lo que planteó, lo que quiso decir esta administración es que pretende tomar sus propias decisiones y lo más rápido posible. “No hemos obstaculizado y ningún país del mundo obstaculizó. Nadie obstaculizó; si no, no podría haber sido aprobado”, comentó sobre la Agenda 2045 y sintetizó: “Una cosa en la que 193 países están trabajando es un hojaldre de medidas que cada uno quiere o no quiere. Nosotros decimos: ‘Tenemos un país soberano y no estamos en condiciones de aceptar la totalidad de lo que otros nos dicen que tenemos que hacer’”.
Bajo esa postura, Mondino sí planteó que esta administración está preocupada porque exista un organismo internacional que le señale a los países las medidas que deben tomar. “Tampoco podemos estar de acuerdo con el sistema de toma decisiones generalizado. Por ejemplo, en el cuidado del medio ambiente hay mediciones muy asimétricas, lo que se hace en Europa y en China es muy diferente. ¿Qué tienen que hacer los subdesarrollados? ¿Todos lo mismo? ¿Quién dijo que somos subdesarrollados? Una media general para todos puede no tener sentido, eso es lo que muchos países estamos diciendo”, indicó.
Además, se mostró convencida de que el discurso del Presidente fue “excelente” y, pese al tenor con el que Milei arremetió contra la ONU, Mondino quiso matizar: “Explicó los problemas que vemos con la gobernanza global, otros presidentes han mencionado los mismos temas, es una preocupación general”.
Malvinas
Por otra parte, luego de la reunión que tuvo en Estados Unidos con su par del Reino Unido, David Lammy, la canciller se refirió al vuelo con el que ambos se comprometieron, que conecte las Islas Malvinas con Córdoba de manera mensual. Esto generó controversia con la oposición.
“Nosotros tenemos la convicción de que las Malvinas son y serán argentinas, es un mandato constitucional, y lo que hemos dicho es plantear: ‘Si son argentinas, queremos tener una relación con las Malvinas más fluida’. El vuelo, se había iniciado hace unos años, que hubo muy poquitos porque cambió el Gobierno, estuvo la pandemia... Es decir, entre nuestro territorio continental e insular queremos tener la mejor comunicación posible. Hoy hay un vuelo que va desde Río Gallegos y va a haber otro vuelo, posiblemente desde Córdoba”, confirmó. Esa conexión a través de Latam había sido habilitada durante el gobierno de Macri y luego se dio de baja en el de Alberto Fernández.
Quien cuestionó esta nueva medida fue el excanciller Santiago Cafiero, quien consideró que “reincidir en el esquema de vuelos y el ‘desarrollo económico’ es darle la espalda” al reclamo argentino sobre Malvinas. “Tal vez no leyó la Constitución Nacional, cuando en 1994 se hacen modificaciones hay disposiciones transitorias donde la Argentina reafirma la soberanía. Esto [por los vuelos] no afecta la soberanía, sino lo contrario. Si las islas son nuestras, ¿cómo que un argentino no puede ir a territorio que también decimos que es argentino? ¿Quién decía que no se podía ir? Hoy las islas están comunicadas con el resto del mundo, de hecho están comunicadas con Río Gallegos”, le contestó Mondino a Cafiero.
Además, ponderó haber acordado con Lammy la visita de familiares de caídos y terminar con el proceso de identificación de cuerpos de soldados que todavía no fueron reconocidos. Justificó, mientras, que el Presidente no habló de Malvinas en la ONU porque se abocó a los temas que “preocupan a la comunidad internacional”, a la vez que señaló que el organismo mantiene su apoyo a la Argentina por las islas.
¿Sigue en el Gobierno?
No enterada de que la Justicia argentina había pedido la orden de captura internacional contra el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, Mondino se refirió a las versiones que hablan de una posible expulsión suya del Gobierno. Cuando le preguntaron si tenía “el boleto picado”, entre risas respondió: “Eso es antiguo, ahora se usa la Sube, no el boleto”. Después ahondó: “Yo estoy para servir a la Argentina y el Presidente tiene que tomar sus propias decisiones. Cuando lo considere apropiado, un minuto antes voy a presentar la renuncia sin ningún tipo de problema, para mí es un orgullo servir a la Argentina”.